¡Rodeada de Excelencia!

Nací en un pequeño país de Sudamérica, caracterizado por diversidad en paisajes, fauna, flora y por supuesto, diversidad en su gente. Sí, un pequeño país pero con una enorme riqueza en biodiversidad y de gente de distintas razas pero todas ellas con un enorme y generoso corazón.  Nací exactamente en la Mitad del Mundo –en Quito, la capital del Ecuador.

Y este pequeño país de tan solo 283.520 km2 (109.484 millas cuadradas) está divido en 4 regiones. ¡Explorémoslas rápidamente! La costa en donde uno puede disfrutar de la belleza de las playas a lo largo del océano Pacífico.  Y no sólo eso, sino también explorar sus varios ecosistemas: la selva, los llanos tropicales, los manglares y los acantilados rocosos.

El Chimborazo

La sierra caracterizada por montañas y nevados que forman la conocida cordillera de los Andes. Aquí se encuentran más de 20 volcanes, 5 de los actuales están activos.  Aquí también se levanta el imponente Chimborazo, cuya altura alcanza 6.268 m. (20,564 ft).

Y para continuar esta expedición, de seguro debemos atravesar la selva amazónica, región rica en miles de pájaros, mamíferos, insectos y otros animales que cohabitan armoniosamente en este paraíso amazónico. Finalmente, las tan conocidas Islas Galápagos, un extraordinario escenario que reúne a especies únicas atraídas por las corrientes de agua fría y caliente. Este exótico archipiélago fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

Sí, gran parte de mi vida la he disfrutado en mi país Ecuador, del cual he compartido muy brevemente algunas imágenes. No obstante, también he tenido la inigualable oportunidad de viajar y conocer otras naciones, otras culturas, otras razas y por supuesto, otros escenarios. He visitado 4 de los 5 continentes, y alrededor de 25 países. Y lo más extraordinario de esta incomparable experiencia de viajar, ha sido el encontrarme con escenarios igual de hermosos y extraordinarios como los de mi país. Conocer gente de culturas diferentes sí, pero a la vez, tan similares a la de mi nación. Gente que enfrenta las mismas problemáticas, en mayor o menor grado; gente que comparte sentimientos similares, el gozo, la tristeza, la angustia, la ilusión y la esperanza; gente que alberga sueños desde su niñez y que al transcurrir del tiempo, unos los alcanzan y otros desafortunadamente no lo hacen.

Todos, absolutamente todos, en este planeta Tierra estamos rodeados de excelencia, sin lugar a dudas. En pobreza o en riqueza, eso no importa, unos nos deleitaremos al mirar la imponencia de las montañas, e incluso algunos más avezados, las escalarán algún día; otros nos regocijaremos al nadar o incluso navegar sobre las juguetonas olas del mar; y, otros por seguro experimentarán las aventuras del legendario “Tarzán”, mientras crecen en las espesas y exóticas selvas.

Y todos, absolutamente todos, levantaremos alguna vez nuestra mirada al cielo y contemplaremos su belleza. La luz del sol iluminará nuestros rostros más allá de lo que nuestros ojos pueden resistir. Y en la noche, la luna  y las estrellas nos mostrarán que hay Alguien que guía nuestro caminar, aún en medio de la oscuridad.

Montañas, ríos, valles, colinas, mares, manglares y exóticas selvas. Sol, luna, estrellas, constelaciones y un espacio infinito… ¡Todo hecho a la perfección!

¿Quién pudo haberlo hecho tan perfecto, tan preciso, tan meticulosamente?
Es éste el mundo que me rodea… el mundo que nos rodea a todos. Un mundo creado originalmente en perfección, en hermosura y manufacturado con toda destreza y precisión.

Y no sólo este mundo, nuestro planeta o incluso nuestra galaxia. Somos tan infinitamente pequeños cuando nos comparamos con el magno universo y las ciento de millones de galaxias existentes. ¿Quiénes somos?  Y ¿Quién manufacturó no sólo nuestra casa, nuestro planeta; sino la casa de nuestro planeta…el universo?

“Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; Él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio… ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”.     (Isaías 40:26, 28 – RV60)

Personalmente entiendo que no hay otra respuesta, sino ésta. Sí, éste es el Dios Creador del universo, quien nos ha otorgado el privilegio de vivir y administrar una pequeñísima porción de su extraordinaria y vasta creación –la tierra –.
Y es este Dios y su creación, quien me inspira cada día para vivir y promover la excelencia a través de cada área de mi vida y en todas las esferas en las que me desenvuelvo. Porque yo misma soy hechura suya, tal como lo afirma su Palabra:

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.  (Efesios 2:10 – RV60)

Consecuentemente, éste es mi compromiso  –ser un instrumento de Dios y embajadora suya para promover Su Reino y una vida que persiga excelencia, en todo lugar, en todo momento, en todas las esferas…y por cierto, influir con este modo de vida, en todas las naciones que me sea posible.

Sé que fui creada por el Dios de la excelencia y ahora soy llamada a vivir una vida hacia la excelencia.

¿Y usted, se ha puesto a pensar que a pesar  de lo difícil que puedan ser sus circunstancias, todavía está rodeado de excelencia?

¿Sabe usted que fue creado por el Dios creador del universo y fue creado para “buenas obras”?

¿Le gustaría ser parte de esta jornada hacia la excelencia?

***

Un pensamiento en “¡Rodeada de Excelencia!

  1. miguel 31 julio, 2013 en 2:42 am Reply

    «La excelencia es un estándar que establecemos para hacer lo mejor en todo. La excelencia incluye ser un buen mayordomo como nos enseña la parábola de los
    talentos que el maestro le dio a cada uno de acuerdo a su capacidad para manejarlo
    con excelencia. Podemos ver como ellos demostraron su espíritu de excelencia con lo
    que se les dio. No podemos obtener más si no podemos manejar con excelencia lo que
    se nos ha dado (…)
    Debemos establecer estándares de excelencia y no solo establecerlos sino
    continuamente mantenerlos día a día. El estándar de excelencia debe ser innegociable, si es necesario debemos establecer un sistema y reglas para reforzar la excelencia y para glorificar a Dios en todo lo que hacemos (…) Para obtener la excelencia se requiere un espíritu abierto para ser enseñado. Alguien que siempre esta buscando la manera de aprender, crecer y desarrollarse para ser mejor. Una persona con un espíritu de excelencia no se conforma con menos siempre busca mejorar. Una persona con un espíritu de excelencia siempre esta dispuesta a escuchar, aprender de sus errores, buscar ideas diferentes y mejores maneras». La Excelencia. Luis y Susan Bautista

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