Archivos Mensuales: enero 2017

¡En la recta final…en los últimos tiempos!

«Dios escoge a una nación para que se convierta en el punto geográfico, donde la atención del mundo se concentrará principalmente en los últimos tiempos, y escogió a la nación de Israel».

Dr. Armando Alducin

Dr. Armando Alducin, Fundador de "Nueva Vida para el Mundo".

Dr. Armando Alducin, Fundador de «Vida Nueva para el Mundo».

El Dr. Armando Alducin, hace aproximadamente 36 años, tuvo un encuentro personal con el Señor Jesucristo.
Después de haber estudiado y experimentado diversas filosofías y religiones se convirtió en ateo, puesto que según él, no podía existir una verdad absoluta en ningún sistema de pensamiento.
Felizmente, a través de su hermano Alejandro y al misionero Emilio Aandereud, el Dr. Aldcucin vino al conocimiento de la verdad e inició su vida en el caminar cristiano.
En 1982 fundó “Vida nueva para México” la cual posteriormente cambiaría de nombre a “Vida Nueva para el Mundo”, organización que actualmente está llevando al Evangelio a más de 55 naciones. De hecho, junto a su hermano Alejandro, el Dr. Alducin ha fundado más de 40 iglesias en diferentes partes de México, Estados Unidos, Europa, Sudamérica e Israel. Sostiene además a varios misioneros alrededor del mundo.

¿Dr. Alducin, cómo mira usted el panorama actual, en el marco geopolítico, con relación al denominado “fin de los tiempos” que la Biblia así lo determina y establece?

Es una bendición enorme saber qué hace 2600 años, los profetas hebreos en la Biblia, de una forma cronológica- sobrenatural, nos pudieron trazar un mapa, una guía para que pudiéramos nosotros saber –los que hemos alcanzado estos tiempos del siglo 21, que nos encontramos realmente en los últimos tiempos de la historia humana.

Las profecías principalmente del libro de Ezequiel y de Daniel son asombrosas a la luz de las profecías del Apóstol Juan en el Apocalipsis. La Biblia ha escogido a Israel para que sea un termómetro, donde a través de Israel podamos medir la temperatura del mundo; y sabemos que el Medio Oriente comenzó el inicio de la civilización en Irak y lo que es ahora Siria, que era la Mesopotamia, todavía no estaba dividido, y ahí iba a terminar la civilización.

Es increíble, que ahora en el siglo 21, nos encontramos en este momento, en el mes de noviembre de 2016, que el Medio Oriente es una olla hirviendo. Ahora, la guerra civil en Siria, está a punto de provocar un estallido social internacional, en el que van a tener que verse involucradas muchas naciones. Es maravilloso, que esto no nos infunda a nosotros los cristianos temor. ¿Por qué? porque sabemos que son señales que Jesús nos anticipó, que eran las que se iban a manifestar, que nos encontramos realmente en los últimos tiempos y debemos alegrarnos. Y Jesús lo dijo: “cuando veáis todas estas cosas, erguíos, levantad vuestras cabezas, porque el tiempo [vuestra redención] se acerca”.
Entonces creo que es el tiempo en que la Iglesia y los que nos son cristianos sepan que hay un día del juicio que se acerca, y que el Señor nos creó como agentes morales libres y responsables, y que tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados, para presentarnos algún día delante del juicio de Dios.

En efecto, sí estamos viviendo guerras, rumores de guerras y fenómenos naturales, los tsunamis famosos, entre otros. Pero mucha gente afirma, “siempre ha habido lo mismo”. ¿Cuál es la respuesta a ese “siempre ha habido lo mismo”, frente a que ahora sí estamos viviendo ese “fin de los tiempos”?

Siempre ha habido guerras, desde que Caín mató a Abel, ha habido asesinatos y guerras; pero nunca hasta el siglo 20, el siglo pasado, se habían visto involucradas todas las naciones del mundo en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Y Jesús dijo en Mateo 24, Lucas 21 y Marcos 13, que habría guerras y rumores de guerras, y que se levantaría nación contra nación. Y nunca hasta el siglo 20, sucedió esto. Nos damos cuenta que fue el inicio de lo que Jesús en Mateo 24 anuncia, como el principio de los dolores. En la Primera y Segunda Guerra Mundial, se formó las Naciones Unidas, para tratar de evitar que hubiera una Tercera Guerra Mundial y sabemos que desde la segunda guerra mundial hasta ahora, el siglo 21 ha habido más de 283 revoluciones y golpes de Estado. Nos encontramos, ahora con toda la tecnología que tenemos, y con todos los avances científicos, a un borde y a un estallido social internacional de guerra en el Medio Oriente.

A lo largo de la historia, sabemos que Israel ha sido odiado por ciertos grupos o naciones. De hecho, éstos han querido exterminar a Israel. En esa perspectiva, ¿cómo entender que Israel es el “termómetro de Dios”?

Muchos me dicen: “y bueno por qué no escogió Dios a los italianos, españoles, porque no a los mexicanos o ecuatorianos”. La cuestión es la siguiente:
Dios escoge a una nación para que se convierta en el punto geográfico, donde la atención del mundo se concentrará principalmente en los últimos tiempos, y escogió a la nación de Israel. Dios escogió a la nación de Israel, porque a través de ella, nació el Mesías, y esto se prueba con las genealogías de Jesucristo en Lucas y Mateo. Cristo es la única persona que ha nacido en la historia, de quien se pueda trazar su genealogía, desde Adán o desde Abraham. Ningún otro hombre, no importa de qué ascendencia monárquica venga, ni siquiera a los reyes se les puede trazar su origen.
Jesucristo demuestra que era realmente, al ser descendiente del Rey David, de Abraham, Isaac y Jacob, el Mesías que Dios había escogido.

Dice en Romanos 9:3 – 4, que Dios escogió a Israel para que a través de los judíos, obtuviéramos el

Dr. Armando Alducin, San Antonio, Texas

Dr. Armando Alducin, San Antonio, Texas

Libro de los libros, que se llama la Biblia. El libro que fue escrito en hebreo y en griego, y el cual tiene el registro más antiguo de historia, arqueología, cosmología, antropología, psicología, literatura, poesía, entre otros. Con respecto a este libro, siempre les he preguntado y es una de las preguntas con que me gusta desafiar a los auditorios científicos, políticos, filosóficos, de escritores, siempre les digo: “díganme ustedes” –y yo tengo ahorita 35 años de predicar este mensaje – “¿qué libro conocen ustedes que sea mejor que la Biblia?”; y hasta este momento, después de 35 años que he estado ante todo tipo de foros y auditorios, no ha habido una sola persona que se haya atrevido a decirme que hay un libro mejor que la Biblia.

Ésta es la razón por la cual Dios escogió a Israel. Y repito, para que sea el punto de las profecías. Ahora mismo nos damos cuenta que Israel, precisamente está rodeado de 22 millones de Árabes, que están tratando de exterminarlo y que desde 1948 que se independizó como nación soberana, no han podido 22 millones de árabes sacarlos o empujarlos al Mediterráneo.

Esto es para que se cumpla la profecía de Amós 9, que dice que: “y nunca más serían arrancados de su tierra”, y éstas son las evidencias que la Biblia nos deja, de que la historia demuestra que Dios existe.

En esa línea, hay otros escritos Sagrados como El Corán de los Musulmanes, el Tripitaka de los Budistas, y de otras religiones, cuyos seguidores afirman que son los libros sagrados a través de los cuáles su dios les habla y direcciona sus vidas. ¿Qué decirles a ellos, frente a la Biblia?

Cuando los confrontamos con la Biblia, recordemos a los hindúes, hicieron los Vedas; el Maharani Nasutta; los musulmanes, El Corán; el Tripitaka, los budistas; y así, podemos recorrer libros sagrados y en ninguno de estos libros sagrados se encuentran las profecías. En ninguno de ellos se pronosticó cuando iba a nacer su fundador. Buda por ejemplo, antes de morir, dijo: “busquen la verdad” a sus discípulos, nunca dijo que él era la verdad. Los hindúes, tienen millones de dioses. El Budismo es una religión atea, porque Gautama Buda no creía en Dios; [hablando] del Corán que hizo Mahoma, y aquí es increíble el perfil moral de este hombre, al casarse con una niña de 7 años, por el amor de Dios, nos habla desde el punto de vista psicológico que era un hombre psicópata.
¡Ningún fundador, de ninguna religión, puede ni siquiera compararse con la persona del Hijo de Dios ni con las Sagradas Escrituras!

Para concluir, su mensaje final en el marco que hemos conversado, su mensaje para nuestra audiencia cristiana y para aquellos que no necesariamente se identifican con la Fe Cristiana.

Me gustaría en primer lugar, a todos mis hermanos en Jesucristo que hemos experimentado el nuevo nacimiento, recordarles las palabras de Cristo en Lucas capítulo 21, dice que cuando veamos todas estas cosas, recordemos lo siguiente: “vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”. Porque como un lazo, Jesús dijo, “vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando para que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre, [en Su segunda venida]”.

La Iglesia tiene que entender algo, tenemos una misión: ganar las almas y discipular. Cada cristiano tiene que buscar a una persona, a quien compartirle la Palabra de Dios y hablar de Cristo, a todas las personas que podamos, porque el tiempo se nos acabó.

Dr. Armando Alducin & Cecilia Yépez, durante la entrevista

Dr. Armando Alducin & Cecilia Yépez, durante la entrevista

A las personas que no conocen a Jesucristo, la Biblia dice que: el ser humano es pecador y que estos pecados, no pueden ser erradicados, ni borrados con las religiones, y que por las buenas obras, nunca podríamos obtener nuestra salvación. Dice también la Biblia, que hay una barrera entre Dios y el ser humano, que se llama pecado; y solo la sangre de Cristo, solo Su sacrificio en la cruz, fue posible que derrumbara esta barrera.

Éste es el mensaje de la Biblia que Dios nos regala, nos ofrece la salvación, sin que tengamos que hacer nada más que creer, lo que Jesús hizo en nuestro lugar, en esa cruz. Invitarlo como nuestro Señor y Salvador, arrepentirnos de nuestros pecados; creer que a los 3 días, resucitó de los muertos, y de ahí en adelante, comenzar alimentarnos espiritualmente con la Biblia, porque ése es el alimento del Espíritu del Señor.

Es importante que en estos tiempos que vivimos, tomemos en serio a Dios, que la gente se arrepienta en sus vidas y que sepan que hay un Dios que les ama eternamente, y que ésta es la oportunidad tal vez única que tenemos para poder determinar el destino eterno de nuestra alma.