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Una mujer llena de fuego y pasión por aquellos en necesidad

«Cuando era niña, mi madre nunca me deseó. Me lo dijo tantas veces verbalmente y me agredió físicamente. Muchas noches, yacía en medio de la oscuridad, pequeña y con miedo, con sólo Dios para protegerme».

 

                  Michel (Shelly) DeLisle

Shelly DeLisle

Shelly DeLisle

Shelly, como a ella le gusta que le llamen, es cristiana, nació en Waukegan, Illinois, Estados Unidos. Shelly estudió Comunicación Interpersonal /Negocios Internacionales en la Universidad Marquette en Milwaukee, Wisconsin donde también jugó en la División I de Volleyball y corrió en la División I. Después de graduarse y obtener su titulo de Licenciatura en Comunicación, se unió al Cuerpo de Paz en calidad de voluntaria para el área de agro forestación en Níger, África del Oeste.

Luego de su retorno, Shelly continuó viajando en calidad de azafata internacional hasta que se casó con Jim, quien es actualmente Vicepresidente de Manufacturas en Imperial Printing. Shelly además trabajó para la Cruz Roja Americana y la YMCA de Metro Milwaukee como especialista de entrenamiento corporativo. Durante este tiempo tuvo a dos de sus tres hermosas hijas, esto antes de convertirse en miembro voluntario del cuerpo de bomberos. Shelly llegó a ser la primera mujer bombera del Cuerpo de Bomberos de Wauwatosa en 1998. Adicionalmente fue promovida a paramédica y luego a Teniente. Fue también líder del equipo del área de Material Peligroso y miembro del equipo especial de rescate.

Posteriormente, Shelly obtuvo una Maestría en Ciencias de Desarrollo Organizacional y Liderazgo en la Universidad Saint Joseph en Filadelfia, Pensilvania.

Durante los últimos 20 años, Michel DeLisle ha viajado y liderado equipos misioneros, de ayuda humanitaria y equipos de respuesta a desastres a través de varias agencias tales como: Lutheran World Relief, Cruz Roja, Harvest International, Compassion, CMF, Missions of Hope, Pwoje Espwa, etc. En la Iglesia, ella ha actuado como Directora de Educación Cristiana, Coordinadora de Misiones y Directora de la Escuela Bíblica Vacacional a lo largo de los años.

Shelly, su esposo Jim y sus tres hijas, Madisson, Dylan y Colleen están todos activamente involucrados en el servicio, internacionalmente y dentro de los Estados Unidos.

Shelly, cuéntenos acerca de su experiencia como miembro del cuerpo de bomberos en Estados Unidos. ¿Qué tiempo sirvió como bombera y cuáles fueron las tres lecciones más relevantes para la vida que usted aprendió?

Yo me convertí en miembro voluntario del cuerpo de bomberos en 1995 después de haber tratado a una de mis hijas de una lesión severa. Entonces llamamos al cuerpo de bomberos y ellos pensaron que yo tenía el entrenamiento y temperamento adecuados. A partir de eso, llegué a ser bombera profesional y de hecho, la primera bombera del cuerpo de bomberos de Wauwatosa, un departamento grande que cubre áreas urbanas y suburbanas. Fui también entrenada como paramédica y posteriormente promovida a Teniente. Serví a través de los equipos especiales de rescate y además fui líder del equipo de Materiales Peligrosos. Aprendí muchas cosas, pero aquí les comparto las tres lecciones más relevantes:
1. Nunca sacrificar a una persona por un proceso. Es decir, ninguna política, acción, procedimiento debe darse antes de valorar a una persona, su confianza o su bienestar.
2. Estar listo a rendir cuentas por las palabras expresadas, por sus acciones y por las promesas hechas. Estar cansado, con hambre, molesto, estresado, etc. no es excusa para tratar o hablar a alguien inapropiadamente.
3. Algunas veces, las cosas se escapan de nuestras manos. Hay que ser lo suficientemente humilde para aceptarlo.

Ciertamente el salvar vidas conlleva riesgos. Shelly, sabemos que usted comenzó a tener problemas respiratorios en el 2010. Cuéntenos acerca de su condición de salud y cómo esto afectó su involucramiento en la extinción de incencios.

En el 2010, comencé a sufrir de bronquitis y problemas respiratorios cada vez que apagaba fuegos. Tenía una opresión en mi pecho, tos y algunas veces requería tratamiento médico. Siempre me recuperaba después de unos pocos días. En noviembre del 2012, apagué dos incendios de casas en la misma semana. Después del primero, un martes, tuve esa opresión en mi pecho y tos. Trabajé jueves y

Shelly, la primera bombera en Wauwatosa, WI

Shelly, la primera bombera en Wauwatosa, WI

sábado de esa semana, 24 horas de turno y para el sábado ya comencé a expulsar flema de mis pulmones. El domingo en la mañana, cuando mi turno terminó, recibimos otra llamada de una casa que expulsaba humo. Yo sabía que mis pulmones no estaban lo suficientemente sanos para colocarme los aparatos de respiración pero como mi relevo no llegaba aún, simplemente fui. Éste fue el último fuego que combatí. Tuve un turno corto aquella noche en el cuerpo de bomberos, mi tos empeoró y ya no pude respirar. Salí de allí y fui directo al doctor. Ella me dijo que no volvería a extinguir incendios nunca más. Me resistí a creerle. Por alrededor de 5 semanas, solamente pude moverme de la cama a la silla y viceversa. Difícilmente podía incorporarme para peinar a mi hija. Estaba exhausta y era doloroso el sólo hecho de tomar aire para respirar. Fue extremadamente difícil. Éste fue el tiempo en que mi hija menor, según me contó, profundizó su relación con Dios. Ella decía que oraba cada día para que su mami viviera y cuando Dios respondió sus oraciones y yo comencé a sentirme mejor, ella entendió que ¡Dios era real!

Después de un par de meses, ya podía caminar hasta la entrada de la casa para recoger el correo y comprendí que mi vida había cambiado para siempre. Discutí con cada doctor y rogué para regresar a combatir incendios. Ningún doctor lo aprobó. El cuerpo de bomberos terminó mi contrato porque yo no estaba lo suficientemente sana para extinguir incendios, lo cual no es legal en los Estados Unidos. Ellos pelearon en la corte y mi familia tuvo que soportar adversidad en las finanzas, esto mientras teníamos dos hijas en la universidad. Pero cada vez que pensamos que nos faltaría dinero para algún pago o el riesgo de perder nuestra casa…¡Dios proveía! Él enviaba dinero a través de otros bomberos para cubrir nuestras necesidades. Dios nos dio becas para cubrir la pensión de nuestras hijas. Al principio, sí me preocupaba pero después de unos pocos meses entendí que Dios sí provee. Nuestra hija menor recibió una beca para música así que ella pudo continuar tomando clases de violín. Cada vez que pensamos que el dinero se nos terminaba, éste aparecía de alguna manera. Como Dios dice, ¿acaso la preocupación añade un día a tu vida? Si Dios cuida de los lirios y de los pájaros, ¿no cuidará de nosotros? ¡Tenemos paz en nuestra situación! ¡Tenemos fe de que Dios tiene un plan para nosotros!

El cuerpo de bomberos inicialmente me dijo que no podría volver a trabajar en ningún lugar y que no debería ni siquiera ofrecerme como voluntaria; algo que ha sido gran parte de la vida de mi familia antes de mi enfermedad. Así que les dije que ellos podían controlar mi empleo con ellos, pero que jamás controlarían quién yo era. Y para mí, yo siempre he sido “servicio a los demás”.

Desde que desarrollé esta enfermedad en mis pulmones y habiendo dejado el cuerpo de bomberos, yo he dividido mi tiempo entre muchas organizaciones importantes. Sirvo medio tiempo como Coordinadora de eventos especiales para Interfaith Senior Programs en Waukesha, una organización que brinda ayuda a adultos mayores y personas de todas las edades con discapacidades, las coloca como voluntarios en escuelas en calidad de mentores de estudiantes. También sirvo como Directora de Desarrollo y Comunicaciones para Just One More, un ministerio en el cinturón de pobreza de la ciudad. Este ministerio recolecta alimentos, los empaca y los distribuye a personas con hambre, sin hogar, en necesidad. Hemos servido más de 100.000 comidas el año pasado y el número sigue creciendo. Hago también consultoría en desastres en los Estados de Washington y Louisiana con Response Systems International y hago coaching a un equipo nacional de Volleyball que ha incorporado el “servicio” durante su temporada de juego. Por otro lado, mi familia provee múltiples comidas comunitarias a lo largo del año y viaja además a las Reservas de Nativos Americanos y otras comunidades en necesidad para asociarse con aquellos en pobreza. ¡Estar enferma no cambiará esto en absoluto!

¿Cuándo y por qué decidió involucrarse en el servicio a los pobres y aquellos en necesidad?

Cuando era niña, mi madre nunca me deseó. Me lo dijo tantas veces verbalmente y me agredió físicamente. Muchas noches, yacía en medio de la oscuridad, pequeña y con miedo, con sólo Dios para protegerme. Pienso que esto infundió un deseo para cuidar de otras personas de tal manera que ellas no se sientan pequeñas ni solas en medio de la oscuridad. Realmente no recuerdo una sola vez que yo no me haya parado a favor del desvalido.

Brindando asistencia en las montañas de Haití, 2006

Brindando asistencia en las montañas de Haití, 2006

Puedo compartir que aún después de haber desarrollado esta enfermedad en mis pulmones y siendo forzada a dejar el cuerpo de bomberos, yo todavía reconozco que tengo una buena familia y amigos, un techo sobre mi cabeza, comida en mi despensa, una comunidad segura, lo cual sin lugar a dudas me lleva a estar profundamente agradecida en mi vida y continuar sirviendo a aquellos menos afortunados.
Mi esposo Jim y yo llevamos cada semana entre 600 y 800 lbs. de comida a las personas desamparadas, sin hogar. También preparamos y proveemos comidas entre 6 a 8 veces al año a chicos del cinturón de pobreza de la ciudad durante los fines de semana. Promovemos un evento anual para recolectar abrigos para invierno y entregarlos a más de 1.000 estudiantes. Les damos abrigos, gorras y guantes. En Navidad, reunimos amigos para recolectar 100 fundas de regalos para los chicos del cinturón de pobreza de la ciudad; y en el Día de Acción de Gracias, hacemos lo mismo para proveer comidas de la festividad a más de 50 familias. Jim es el Vicepresidente de Manufacturas en Imperial Printing y ha incorporado la filosofía de servicio como parte de la filosofía de su compañía, no solamente proveyendo servicios de impresión gratuitos o a bajo costo para organizaciones sin fines de lucro, pero también empacando comidas, proveyendo espacios de bodega para la recolección de abrigos de invierno, alimentos, y desde luego facilitando el camión de su compañía para la distribución.

¿Cómo Dios le preparó para servir a los pobres mientras usted sirvió como bombera?

Como bomberos, nosotros nunca somos invitados a la casa de alguien cuando las cosas marchan bien. Siempre lo es en el peor momento. Con certeza, sin importar la situación económica, raza, clase social,

Asistiendo después del terremoto en Haití, 2010

Asistiendo después del terremoto en Haití, 2010

etc. al final todos somos parte de la hermosa creación de Dios con necesidades básicas de comodidad, cordialidad-afecto, cuidado y seguridad. Servir como bombera me dio la habilidad de reconocer prioridades (la vida, los otros, no el dinero o las posesiones, etc.) y aprendí a enraizar calma, tranquilidad en mi interior de tal manera que pudiese confortar a otros y hacerlos sentir seguros. Así también desarrollé la habilidad de actuar sin pánico alguno en medio de situaciones altamente estresantes. Desde luego, mis habilidades médicas y de emergencia han sido también muy útiles para asistir a aquellos que viven en pobreza.

Finalmente, ¿qué les diría a aquellos que están considerando servir a los pobres pero que todavía no han tomado acción?

Solamente, ¡hángalo! Como mi hija menor lo expuso ante una audiencia de 400 personas, ustedes no necesitan habilidades especiales para cuidar de otros, solamente un corazón por la gente. No hay excusa para esperar. Ustedes pueden escuchar, pueden tomar una mano, pueden entregar un sándwich o una botella de agua. No hay nada que se interponga entre ustedes y el servicio a los demás.