“Y dijo Dios…”, “y fue así…”, simplemente denotan la autoridad de nuestro Dios Creador. Su Palabra es veraz y es autoridad…“Y vio Dios que era bueno”, “y he aquí que era bueno en gran manera”, hablan absolutamente de la excelencia de Dios.
Cecy Yepez
Siguiendo el compromiso de “Hacia la Excelencia” compartimos ahora un segundo extracto del estudio “El Dios de la creación como autor y ejemplo de excelencia”, en esta ocasión enfocado en la extraordinaria jornada de seis días en la que tuvo lugar la maravillosa creación.
Así que, ¡póngase cómodo y viajemos brevemente a través del tiempo!
Herbert Wolf manifiesta que Génesis fue en realidad escrito como el prólogo del resto de la Biblia. En términos generales, Génesis expone sobre el origen del universo, del mundo físico, de la vida humana, de las culturas y por cierto de la nación de Israel. Todo esto sin contar la detallada explicación de cómo el pecado entró a este mundo y cómo éste arruinó la creación original de Dios.[1]
Es interesante que a lo largo del relato de la creación se observa la frecuencia de al menos 4 frases a las cuales se les debe prestar mucha atención, así: “Y dijo Dios…”, “y fue así…”, “Y vio Dios que era bueno”, “y he aquí que era bueno en gran manera”.
Las primeras dos frases: “Y dijo Dios…”, “y fue así…”, simplemente denotan la autoridad de nuestro Dios Creador. Su Palabra es veraz y es autoridad. Lo que Dios dice, eso se cumple. Conforme lo expresa el Salmo 33:8-9:
“¡Tema a YHWH toda la tierra!
¡Tiemblen delante de Él
todos los habitantes del mundo!
Porque Él dijo y se hizo, Él ordenó y se cumplió”. (Biblia Textual IV Edición 2018)
Las segundas dos frases: “Y vio Dios que era bueno”, “y he aquí que era bueno en gran manera”, hablan absolutamente de la excelencia de Dios. Pero estas dos últimas frases van definitivamente conectadas con las dos primeras. Dios emite Su Palabra con autoridad y veracidad, consecuentemente se ejecutan Sus decretos y los mismos se ejecutan con indudable excelencia.
Don Fleming, autor del “Concise Bible Commentary” [Comentario Bíblico Conciso], en su sección “Plan del relato de Génesis”, manifiesta que la Tierra constituye sólo una parte pequeña de la creación de Dios. Y en esta línea, añade:
“El relato de Génesis se preocupa en mostrar que Dios hizo todo de la nada, que Él trabajó de lo aquello sin forma hasta aquello que tiene forma, de lo simple a lo complejo. Describe cómo Él llevó al universo a través de varias etapas hasta que Su actividad creativa alcanzó su clímax en Adán y Eva”. (Fleming 1994)
Así, es tiempo entonces de recorrer parte de la gran obra creadora de Dios, poniendo en marcha la imaginación, un recorrido que originalmente duró seis días, expuesto en Génesis 1:1 – 2:3. Y para el efecto, citaremos nuevamente a Fleming, quien de modo sencillo pero a la vez dinámico y creativo, sintetiza magníficamente esta obra:
Al principio la tierra estaba sin forma y en oscuridad, debido a la masa de agua que le rodeaba, pero en tanto las espesas nubes de vapor comenzaron a perder su densidad, una luz brumosa vino desde el invisible Sol (1:1-5 – Día 1).
Y en tanto perdieron mayor densidad, las nubes de vapor se levantaron de la tierra, produciendo una clara distinción entre la superficie de los océanos y el techo de las nubes pesadas encima (1:6-8 – Día 2).
Mientras tanto la Tierra (el planeta) estaba secándose y apareció visible la tierra como tal. Formas más simples de vida comenzaron a aparecer. Varias clases de suelos y condiciones climáticas produjeron varias clases de plantas, las cuales se crearon así para que continúen produciendo más plantas según su propia especie (1:9-13 – Día 3).
La pesada nube encima, que poco a poco se volvió más y más delgada, finalmente se rompió. Y entonces, el sol, la luna y las estrellas que antes estaban escondidos, ahora están claramente visibles. Y su efecto en la tierra permitió que se produzca una variedad de climas y un patrón anual de estaciones (1:14-19 – Día 4).
En tanto la actividad creativa de Dios avanzó, la vida animal comenzó a aparecer, con criaturas en el mar y criaturas en el cielo (1:20-23 – Día 5).
La Tierra también experimentó el aparecimiento de la vida animal, hasta que igualmente se llenó de toda clase de criaturas. Y finalmente, llegó la primera pareja humana, que representó el pináculo de la creación de Dios. A diferencia de los otros seres vivientes, la pareja humana fue creada a la imagen de Dios. (1:24-31 – Día 6).[2] Y sobre ésta hablaremos más adelante y cómo Dios, su Creador preparó todo para su recibimiento.
En todo este recorrido de la creación, es importante resaltar que cinco de los seis días de la creación propiamente, se reitera el comentario: “Y vio Dios que era bueno”.
Henry M. Morris III, en su artículo “Genesis and the Character of God” [Génesis y el carácter de Dios], señala que es la misma palabra en hebreo que se utiliza cada vez y significa justo lo que se espera, es decir: bueno, agradable, encantador, excelente, beneficioso. De hecho, este término se utiliza más de 500 veces en la Biblia. No hay nada tan inusual acerca del uso de la Palabra de Dios, dice Morris, excepto que es repetida a menudo y que es Dios quien usa este término.[3]
Y la sexta vez, precisamente en el día sexto, se observa un énfasis mayor, “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).
La palabra hebrea para bueno es טוב [TOV] y desde la perspectiva hebraica significa que “TOV” es práctico y funcional, no solamente un estado de placer. Así en Génesis 1:31, se observa que Dios vio que Su creación funcionó perfectamente.[4]
Por otro lado, Nachmanides interpreta la palabra מְאֹ֑ד [ME´OD] como “principalmente”, es decir, el mundo es “principalmente bueno”, citando a Onkelos, se precisaría aún más como “muy ordenado” y “apropiadamente arreglado”.[5]
A través de la jornada de seis días, se muestra sin duda alguna que la creación despliega la marca de excelencia del Creador. De hecho, el Creador mismo manifestó que Su creación es impecable en todo sentido. Es impecable por seguro en belleza, en función, en propósito y en potencial. Concluida la creación, Dios lo vio todo y vio que todo lo creado era bueno en gran manera.[6]
Más del Dios de la excelencia en nuestra próxima edición. ¡Hasta pronto!
[1] Herbert Wolf, An Introduction to the Old Testament – Pentateuch (Chicago: Moody Press, 1991), 79-80.
[2] Don Fleming, Concise Bible Commentary (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 1994), 13.
[3] Henry M. Morris III, “Genesis and the Character of God,” Institute of Creation Research, https://www.icr.org/article/genesis-character-god/
[4] CMJ Israel, “Hebrew Word Studies,” CMJ Israel, https://www.cmj-israel.org/yeshiva/hebrew-word-studies
[5] Zachary Braiterman, “Tohu and Bohu are TOV – Genesis,” Jewish Philosophy Place, https://jewishphilosophyplace.com/2014/10/19/tohu-vabohu-is-tov-genesis/
[6] BibleRef, “What does Genesis 1:31 mean?,” BibleRef, https://www.bibleref.com/Genesis/1/Genesis-1-31.html
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